
Silvio Schachter 25 de abril, 2025 9 Min LecturaPublicado en Fija,Internacional

El 25 de abril se cumplen 80 años del Día de la Liberación que conmemora el fin del dominio fascista y la ocupación nazi en Italia. Es también conocido como el aniversario de la Resistencia, dedicado al valor de los partisanos en todos los frentes que, a partir de 1943, contribuyeron a la liberación del país.
En Italia, los grupos partisanos se formaron durante la Segunda Guerra Mundial, después del armisticio del 8 de septiembre de 1943, por iniciativa de antifascistas y soldados del ejército real disuelto. Inicialmente compuesta por unos pocos miles de hombres, la Resistencia ganó fuerza gracias a la amplia participación de obreros, campesinos y jóvenes desertores de la República de Saló[i] que se incorporaron al ejército partisano alcanzando una participación de aproximadamente 300.000 personas. Las fuerzas partisanas dieron vida a la resistencia armada contra la ocupación nazi y contra el colaboracionismo fascista y por eso fue al mismo tiempo una guerra de liberación contra el extranjero y una guerra civil.
La acción de la Resistencia fue coordinada por los Comités de Liberación Nacional, el primero de los cuales surgió en Roma el 9 de septiembre de 1943 mientras el Rey Victo Emanuel III y Badoglio huían. El CLN representaba a los partidos surgidos y reconstituidos durante 1943. Las formaciones partidistas se distinguían a su vez por su orientación política: estaban las brigadas Garibaldi (comunistas), las brigadas Matteotti (socialistas) y Giustizia e libertà (del Partido de Acción). En junio de 1944 se fundó también el CLN Alta Italia (Comité Nacional de Liberación de Alta Italia). Gracias a la actividad de estos grupos, apoyados por la participación directa de la población civil, muchas zonas fueron liberadas por los partisanos antes de la llegada de los Aliados.
La fecha del Dia de la liberación fue elegida por el CLN, porque el 25 de abril se lanzó el llamamiento a la insurrección armada en la ciudad de Milán, sede del comando partisano.
Las brigadas partisanas operaban preferentemente lejos de los centros habitados para aprovechar las ventajas que ofrecía la naturaleza montañosa del país, lanzando ataques repentinos contra unidades enemigas o estructuras de interés militar.
Las mujeres contribuyeron significativamente al movimiento de resistencia, no sólo en el frente interno sino también como combatientes activas, mensajeras y apoyo logístico y de información. Realizaron propaganda antifascista. Se dedicaban a operaciones militares pero también a mantener las comunicaciones. Dentro de las fábricas habían tomado el lugar de los hombres y desde aquí organizaban manifestaciones y huelgas contra el fascismo. Entre las mujeres que se han destacado por su actividad encontramos a Carla Capponi, Nilde Iotti, quien también será la primera mujer Presidenta de la Cámara de Diputados, Irma Bandiera y muchas otras.
Otras formas de resistencia también jugaron un papel importante. En marzo de 1944, una gran huelga general –la única en la Europa ocupada por los nazis– paralizó la producción en el triángulo industrial.
Las represalias alemanas fueron feroces: lo demuestran la masacre de Marzabotto , cerca de Bolonia, y la de las Fosas Adreatinas en Roma, donde fueron asesinados 335 civiles, el encargado de organizarla fue el coronel de la SS Herbert Kappler, y su segundo a cargo el entonces capitán Erich Priebke, quien vivió por décadas en nuestro país, fue descubierto en Bariloche y murió condenado a prisión perpetua en Italia.
En la primavera de 1945, las tropas angloamericanas rompieron la Línea Gótica que iba desde La Spezia a Rímini a lo largo de los Apeninos y se extendía hasta el valle del Po y el 9 de Septiembre de 1943 el Reino de Italia firmó la paz con Estados Unidos, Gran Bretaña, la Unión Soviética y la Commonwealth en el Armisticio de Cassibile. Inmediatamente al anuncio del fin de las hostilidades que se hizo público a través de la radio, los Aliados pusieron en marcha la invasión de Italia en tres frentes simultáneos: Calabria, Tarento y Salerno. Simultáneamente el Ejército Alemán desde el Paso del Brénnero ocupó más de la mitad de la Península Italiana y desarmó a todas las unidades del Ejército Italiano, fueron 40.000 los soldados capturados y enviados a campos de concentración en Alemania.
En 1922 Mussolini mediante la exaltación del nacionalismo italiano, el expansionismo y el anticomunismo, sirviéndose de su influencia militar apoyado por la eficiente propaganda fascista y las concentraciones de masas cargadas de simbolismo al frente Partido Nacional Fascista organizó la Marcha sobre Roma, fue nombrado presidente del Consejo de Ministros. Mussolini y estableció una autoridad dictatorial que gobernó basado en la autocracia de la ideología fascista. Tras eliminar a la oposición mediante su policía secreta y proscribir las huelgas laborales, Mussolini y sus seguidores consolidaron el poder mediante leyes que transformaron la nación en una dictadura de partido único. Fue un incondicional aliado de Hitler y la Alemania nazi. Su final llegó en 1945 cuando intentando escapar hacia las filas alemanas, fue capturado por los partisanos y ejecutado el 28 de abril en el pueblo de Dongo junto a su compañera Claretta Petacci y otros jerarcas. Sus cuerpos, colgados de los pies, fueron expuestos en Piazzale Loreto, en Milán. Según los datos publicados por el Gobierno italiano en abril de 1946 hablan de 128.505 muertos y 29.398 heridos desde el 8 de septiembre de 1943 al 1 de mayo de 1945. Los partisanos caídos en combate, por represalias o por motivos políticos fueron 46.747. Otros 86.600 murieron en los campos de concentración nazis.
Del fascismo de ayer al posfacismo de hoy
Giorgia Meloni fue elegida presidenta del Consejo de Ministros de Italia en octubre de 2022, justo 100 años después de la Marcha sobre Roma, siendo la primera mujer en ocupar este cargo, dirige el partido político de extrema derecha Hermanos de Italia desde 2014. Se opone al aborto, la eutanasia, el matrimonio igualitario y a la familia homoparental, xenófoba racista, apoya un bloqueo naval para frenar la inmigración.
Aún hoy reivindica con orgullo su militancia en las filas neofascistas desde donde se referencia en las leyes raciales de 1938, su discurso identitario esta abiertamente relacionado con la historia de los neofascistas de postguerra: “yo vengo de una historia relegada a los márgenes de la República” “traigo la pacificación nacional que la derecha democrática siempre deseó” declaró al asumir
El postfascismo, entendido como continuidad del fascismo en transformación, hoy está en el poder en Italia. ¿Podemos hablar de anomalía? Ciertamente, si pensamos en los millones de páginas que la historiografía italiana, el cine y la literatura le dedico al fascismo, pero no tanto si vemos que no se trata solo de la minoría que añora los tiempos del Duce.
La ultraderecha presenta a Benito Mussolini como elemento unificador del país ante el proclamado antifascismo de la clase política italiana sin fe ni ley o con declaraciones del tipo; nadie hizo en 20 años más que Mussolini. Un sondeo de febrero de 2018 anunciaba que un tercio de los electores de “centroderecha” tenía una opinión “positiva o muy positiva sobre las opiniones positivas sobre el régimen fascista.
El Consejo Municipal de la ciudad de Roma que, a instancias del partido Hermanos de Italia, de Giorgia Meloni, propuso dedicar una calle de la capital a Giorgio Almirante, fascista entusiasta, redactor en los años 1930 de la revista antisemita La Difesa della raza, que se pasó en 1943 a las filas de la República de Saló, y fundador en la posguerra del Movimiento Social Italiano (MSI). Francesco Rutelli, alcalde de “izquierda” de la ciudad de Roma, decidió poner su piedra en el monumento de la Reconciliación nacional dedicando una calle a Giuseppe Bottai, ministro de Educación fascista que había llevado adelante la persecución de los judíos en las escuelas y universidades desde agosto de 1938.
Como señala Stefanie Prezioso “La ignorancia en sentido fuerte, teñida de indiferencia, es indicio del peso adquirido por la gramática política de las derechas italianas durante los últimos 30 años” “La derecha desde su llegada al poder, al comienzo de los años 1990, puso efectivamente en un lugar destacado de su agenda la destrucción sistemática del antifascismo como referencia política y cultural”. ” Como ocurre también en otros países tal vez sea necesario rever como sus sociedades tratan el pasado, y en particular como asimilan el postfascismo y su narrativa.
Son varios los autores que señalan que este proceso de desmemoria no hubiera sido posible sin contar con políticos y medios conversos de la izquierda que se mostraron permeables a la relectura del pasado, en particular del período de la resistencia y del antifascismo.
La empatía de Girogia Meloni con Javier Milei quedo de manifiesto cuando lo invitó a participar del G7 en Italia en junio de 2024, donde mantuvieron uno de los pocos encuentros bilaterales que concedió la italiana. Luego se cruzaron en la asamblea de Naciones Unidas en Nueva York y en el G20 de Río de Janeiro. En una muestra de la afinidad que los une Meloni llegó a Buenos Aires en diciembre de ese mismo año.
Basta con mirar el mapa político de Europa y el mundo para verificar que el avance de las ideas de la ultraderecha no es solo un fenómeno italiano, y que en muchos casos han metabolizado la agenda de otras organizaciones políticas y sociales que han abandonado su tradición antifascista para naturalizar las ideas de aquello que hace 80 años parecía definitivamente enterrado.
[i] A la disolución de la Italia Fascista y el derrocamiento de Benito Mussolini el 25 de Julio de 1943, la intervención militar de Alemania se saldó con la liberación del Duce e impulsó la fundación de la República de Saló, un estado satélite del Eje de tipo fascista que prolongaría su existencia más de 600 días hasta el final de la Segunda Guerra Mundial.